Dr. Guillermo Salmerón
Las teorías vitalistas de Hipócrates, Stahl, Bordeu, Barthez, y otros más, influyeron con toda seguridad en la mente del sabio e insigne fundador de la Homeopatía, Dr. Samuel Christian Federico Hahnemann (1755-1843, médico de la Escuela Tradicional, graduado en Erlangen, Alemania, el 10 de agosto de 1779, quien decepcionado de la terapéutica de su tiempo realiza nuevas investigaciones y publica en el "Hufeland's Journal, en 1796, con el nombre de "Un nuevo principio para conocer el poder curativo de las drogas", trabajo en el que expone después de seis años de minuciosos estudios, experimentando en sí mismo y en sus colaboradores la acción farmacodinámica y poder curativo de la Corteza del Perú (China Officinalis), en la malaria y estados febriles. Esta nueva teoría sobre el modo de acción de China Officinalis, surgió en la mente privilegiada de Hahnemann al traducir del inglés al alemán, el tratado de "Materia Medica" del Dr. William Cullen, y no fue sino hasta 1810, es decir, catorce años después de su primer trabajo con la Corteza del Perú, cuando dio a la publicidad su obra maestra que tituló "Exposición de la doctrina médica homeopática" u "Organón del arte de curar", en donde expone clara y terminantemente su axioma terapéutico del "Similia similibus curantur" y su criterio francamente vitalista. Los diferentes conceptos sobre el vitalismo así como la "Vis medicatrix naturae" hipocrática, forjaron en el pensamiento del insigne sabio de Meissen, Dr. Hahnemann, la necesidad de elaborar una reforma médica para incluir y exponer en ella todas sus ideas propias sobre el vitalismo. El cuerpo doctrinario de la Homeopatía está expuesto el "Organón del Arte
de Curar" que constituye una obra de lógica médica, consta de 291
parágrafos. Para Hahnemann, se distinguen, al menos para su comprensión, tres instancias en el hombre: el alma; la fuerza, principio o energía vital y el cuerpo material. El alma es inmaterial, inmortal e indestructible, está dotada de pensamiento, conciencia y voluntad, no está sujeta a debilitamiento ni a decrepitud, no es accesible a ninguna influencia del tiempo y se perfecciona por el ejercicio de sus facultades. La fuerza o energía vital, es inmaterial, instintiva, obra automáticamente, nunca tiene conciencia de sus actos y está supeditada a las leyes de la biología, se manifiesta desde el estado ovular en el claustro materno, hasta la muerte y está sujeta a variaciones que se transmiten por herencia de un individuo a otro. La fuerza vital es autocrática, dinámica porque se encuentra en continua actividad, tanto en salud como en enfermedad y se manifiesta en todos los tejidos y órganos del cuerpo. Por sí sola gobierna todos los actos de la economía y cuando guarda un equilibrio perfecto representa la salud o sea la condición normal del sujeto. El vitalismo de la Escuela Hahnemaniana demuestra y comprueba que, aunque los fenómenos fisiológicos y patológicos se encuentren dominados por la vitalidad, la salud y la enfermedad no dependen exclusivamente del alma, de la fuerza vital ni del organismo material, sino de la reunión de estos tres elementos que forman la unidad del hombre. Por último una breve alusión al llamado neovitalismo. Se define como "Una
nueva orientación del pensamiento moderno, sobre las bases del antiguo
vitalismo, aceptando las nuevas adquisiciones de la física y la química en
relación con los fenómenos vitales" El Vitalismo es, quizá, el último reducto de un abordaje antirreduccionista, actualmente confinado a pocas disciplinas, una de ellas la Homeopatía. A través de la comprensión homeopática, asistimos a la revalorización de los fenómenos proporcionados por la observación, la importancia de la totalidad sintomática y su corolario: la terapéutica racional. |
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EL NEOVITALISMO |